Dónde está el canon

Hace unos años, la pedagoga Donata Elschenbroich pretendió disponer un canon de lo que cualquier niño debería saber a los siete años. No listó objetivos, conceptos, procedimientos o actitudes, sino realizaciones prácticas y experiencias vividas. Para ello propuestas tentativas, encuestas y entrevistas a cientos de personas diversas en edad y biografía, capaces de aportar y valorar.

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La infanta y su abogado

Al no ser recurrida la imputación de la infanta Cristina, un recurso de fracaso muy probable, el juez Castro adelantó su declaración prevista inicialmente para el 8 de marzo, día internacional de la Mujer. ¡Qué paradoja! De un lado, la reivindicación de la igualdad y la libertad, con su agenda por países, por momentos. Del otro, la «extrañada y dolida», «enamorada y confiada contra viento y marea», inocente «por su fe en el matrimonio y el amor a su marido», por tanto, irresponsable. Tales son los términos usados, en este país y en este momento, por uno de sus abogados, Jesús María Silva.

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Wert no existe

Wert (me refiero al ministro) no existe. Como Espinete o el Tigre de Malasia, como Ana Botella según José Miguel Carmona.  Existe, o existió, el experto en sondeos de opinión y análisis de audiencias, el consultor, el tertuliano… Pero de manera parecida a Marty McFly, el protagonista de Regreso al futuro, que se desdibujaba en las fotografías según los avatares del guión, Wert se ha ido deshaciendo hasta convertirse en una pompa gubernamental, un logo en la protesta, un ariete de la derecha sin demasiada sustancia.

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«El PSOE ha vuelto»

«El PSOE ha vuelto» arengaba Rubalcaba en el cierre de la Conferencia Política. Internamente la percibían como un éxito, Rubalcaba especialmente, y a la calle llegaban los apuntes de lo que parece ser un programa electoral mínimamente renovado, un poco más de izquierdas sin sobrepasar ciertos límites, más radical en lo simbólico, que guíe al Partido hacia las próximas elecciones generales, cuando sean. Además, para consumo interno, las llamadas a la acción y la emoción con sus dosis de verdad insuficiente: conectar con el electorado, recuperar la ilusión, unidad, renovación, no somos lo mismo, etcétera.

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