Uno y trino; o trino, pero uno

El 23-F está ya en ese corte donde se cruzan las «cosas de los viejos» y los «episodios nacionales». Su nota fundacional de nuestra democracia lo expone a la simplificación de la memoria aprendida; los delirios de algunos de sus protagonistas, a la extrañeza y a la chanza; su final feliz, a la épica; la tensión de lo vivido, a una melancolía exacerbada; aquel contexto, al aviso y discreción en el manejo de las cosas.

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